Con
48 novelas a su espalda, esta es otra de las obras que mantienen a Mary Higgins
Clark como uno de los iconos actuales del suspense literario. Tras el poco
éxito de su primer trabajo, un relato ficticio de la vida de George Washington,
decidió dedicarse a escribir novelas de misterio y suspense, así fue como
escribió ¿Dónde están los niños?,
novela que ha sido reimpresa hasta en setenta y cinco ocasiones.
Este
libro, Pálida como la luna, cuenta la
historia de Maggy Holloway, convertida en una prestigiosa fotógrafa de moda, se
reencuentra en una fiesta con Nuala, la mujer que había sido su madrastra y de
la que conserva los mejores recuerdos de su infancia. Tras este reencuentro,
Maggie irá a visitarla a su casa, donde se encontrará con una situación
inesperada y terrible; Nuala ha muerto aparentemente víctima de un robo. Maggie
decidirá investigar las circunstancias del caso, mientras sin darse cuenta, irá
adentrándose en un laberinto de crímenes, muertes y extrañas historias.
“…sentía el frío que se filtraba
por la pared…”
Aparentemente
el libro puede parecer poco original, con una trama sin mucha imaginación, pero
cuando empiezas a leerlo te engancha desde el principio con un prólogo donde la
protagonista se despierta aturdida y desorientada, sin saber dónde está ni cómo
ha llegado ahí, pero poco a poco mientras va recuperando la lucidez se da
cuenta de que ha sido enterrada viva.
Con
un ritmo frenético y sin adentrarse mucho en detalles insignificantes, Higgins
como de costumbre, nos mantiene enganchados durante toda la trama en un viaje
del pasado al presente para averiguar quién ha matado a Nuala y cómo ha llegado
Maggie a ser enterrada viva, y nos vuelve a regalar un final lleno de
intensidad que sigue la línea de sus otras novelas.
Una
novela perfecta para empezar a adentrarse en el mundo de Mary Higgins Clark, la
que para muchos es la nueva dama del misterio.
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