Christopher Nolan,
director de Memento y de El caballero oscuro, demostrando de
nuevo ser un maestro de lo onírico, trae otra obra maestra con la que nos
lleva de la mano por donde le da la gana. Con un guión espléndido y un fabuloso
Hans Zimmer encargado de la banda sonora, consigue hacernos sentir que estamos
ahí y nos atrapa hasta varias horas después de haber terminado la película.
Estrenada en 2010 y
ganadora de 4 Premios Óscar, Origen
(Inception) es una de esas películas que hay que ver una y otra vez para
poder descubrir, apreciar y disfrutar de cada uno de sus detalles, y también si
cabe, conseguir entender el final.
Dom Cobb (Leonardo
DiCaprio), es un habilidoso ladrón, especializado en robar información del
subconsciente. Pero esta vez en lugar de realizar un robo, le encargan la tarea
de “Origen”, implantar una idea en la mente de alguien haciéndole creer que es
suya. La película no pierde el tiempo, y va ganando velocidad mientras combina
espionaje, acción, aventura y suspense.
EL FINAL DE ORIGEN
Para poder entender el
final de la película, primero hay que entender que en una obra de arte, al
menos casi nunca, nada se deja al azar, y menos cuando hablamos de un artista
como lo es Christopher Nolan. Esta obra está llena de detalles, conceptos,
trucos, mensajes e ilusiones. Os pondré un par de ejemplos para poder explicar lo que quiero decir.
La verdadera historia
central, es la de un hombre torturado que no puede avanzar sin soltar su lastre
emocional, el remordimiento. Por lo tanto no es casualidad que la canción que
avisa de “la patada”, sea siempre Non, je
ne regrette rien (no, no me arrepiento de nada) de Édith Piaf, además de
ser un guiño inmediato a Marion Cotillard, quien interpreta a Mal, al recordar el papel que le hizo
merecedora del Óscar a mejor actriz por La
vida en rosa (basada en la biografía de Édith Piaf).
El nombre del personaje
de Ariadne, a la que Cobb pide que diseñe un laberinto, hace referencia a
Ariadna, hija de Minos, quien estando enamorada de Teseo, ayuda dándole un
ovillo del hilo que estaba hilando para que este pudiera encontrar la salida del
laberinto de Creta, donde estaba escondido el Minotauro.
El final abierto de Origen dividió a los cinéfilos. Según el desarrollo de la trama, cada
personaje debe tener un tótem del que solo él sea conocedor de sus
características y nadie más puede tocar. En el caso del protagonista, el tótem
consiste en una peonza la cual, si deja de girar quiere decir que está en la
realidad y si no lo hace, es que está soñando.
Aquí es donde el
maestro Nolan nos la ha jugado, y eso es lo que nos ha hecho creer,
haciéndonos víctimas de su ilusionismo con un brillante juego de manos, nunca
mejor dicho.
EXPLICACIÓN DEL FINAL DE ORIGEN
Saito con la peonza |
Mal |
Wow! Me ha gustado mucho el análisis que has hecho del final de la película. Me has creado la ansia de volverla a ver, porque creo que no la acabe de "pillar" bien, jeje. Muchas gracias por compartir. Saludos
ResponderEliminar¡Gracias a ti Mireia! Es una película que siempre recomiendo volver a ver, es magnífica. Un saludo.
Eliminar