22:50 del 8 de Diciembre de 1980.
Esquina noroeste de la calle 72, entrada del edificio Dakota, Manhattan. Un
joven de 25 años, llamado Mark David Chapman, dispara las cuatro balas que
acabarían con la vida de John Lennon. En una mano, su Charter Arms 38 special,
en la otra, un libro, “El guardián entre el centeno”.
Esta gran enciclopedia de la
psicología adolescente, recomendable casi a cualquier edad. Ha venido hoy, una
vez más, a hacernos una visita. Estaba esta mañana hablando con Ernesto
Aguilar, pedagogo, y nos ha surgido una pregunta muy relacionada con este
libro, para la cual, no hemos encontrado respuesta.
Para entender la pregunta, antes
hay que entender el título un poco ambiguo de la novela.
“The Catcher in the Rye”,
traducido literalmente como “El guardián entre el centeno”, hace referencia a
un comentario del protagonista, Holden Caulfield, sobre qué le gustaría ser de
mayor, a su hermana acerca del poema de Robert Burns llamado “Comin’ thro’ the
rye” (a través del centeno):
Muchas veces me imagino que hay
un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están
solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al
borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan en
él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a donde van, yo salgo de donde esté y
los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería
el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de
verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.
Preguntamos, en esta época de
destrucción del sentido común, esta época en la que la cultura y la educación
son herramientas políticas, esta época en la que los niños ya no sueñan, en la
que los alumnos más pequeños salen con ideas confusas de para qué sirven y
tienen muy claro para lo que no sirven, ahora que la sociedad está huérfana
¿Quién será el guardián entre el centeno?
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